Por Rosa Campusano
Como su “casa-familia”, así describe don Freddy García al Instituto Politécnico Loyola (IPL), lugar donde llegó a colaborar en el año 1986 como psicólogo, e inmediatamente entendió que “a esta institución jesuita no se puede venir por un trabajo, se debe de venir por la obra y a colaborar como si fuese una familia; una familia en la que el trabajo en equipo es fundamental”.