Por Rosa Campusano
Hace cinco años, Dania Brito cambió su metodología para impartir el idioma inglés entre sus alumnos: pasó de la pizarra y el libro a enseñar cantando y bailando. “Un día llegué cantando con el nombre de la clase y los puse a repetir después de mí. Los puse a bailar y noté el gran cambio en el aprendizaje de los estudiantes. Desde entonces, mientras preparo una clase, me surgen canciones para agregar”, expresó Brito.