Por Rosa Campusano
La profesora Yolanda no manejaba la tecnología a su capacidad, en sus más de 20 años en las aulas, de un momento a otro, su forma de impartir clases cambió y tuvo que pasar de la tiza y el borrador al teléfono y a la computadora. El caso de ella, no es exclusivo, tras la pandemia del Covid-19 la tecnología se ha convertido en una herramienta de comunicación esencial entre los docentes y alumnos. Lo que antes parecía imposible, hoy es una nueva realidad.