Por Rosa Campusano
Decirlo suena fácil, pero lograr el índice más alto de tu promoción en el Instituto Politécnico Loyola es el resultado del esfuerzo, la disciplina, de largas horas de estudios y mucha dedicación, así lo reconoce la egresada Graciely Marie Catano Lebrón, quien el sábado 26 de octubre fue reconocida por obtener las más altas calificaciones de su grupo.
“En ese momento recordé muchas de mis tantas experiencias en mi proceso educativo, cómo en algunas ocasiones me enfrenté a muchos retos y situaciones difíciles, pero seguí adelante sin importar qué y nunca me rendí, sin duda alguna, puedo decir que cada una de esas vivencias valieron la pena”, expresó Catano quien dijo sentirse “emocionada” al recibir la noticia.
Tras la pregunta de cuál considera fue la clave de su éxito académico, la futura ingeniera dijo: “En primer lugar, siempre confié en que Dios tenía todo bajo control, lo que me brindó paz y fortaleza durante mi proceso educativo. Ser dedicada y perseverante, incluso en aquellos momentos en que no me sentía motivada y no sabía cómo continuar. Siempre traté de dar lo mejor de mí, sin importar que tan pequeña fuera la tarea a completar. Además, aprender a pedir ayuda cuando la necesitaba fue fundamental, nunca dudé en acercarme a mis padres, profesores y compañeros para pedir apoyo”.
Con tan solo cinco años, Graciely ingresó al IPL por decisión de sus padres, también egresados de este centro educativo. Ellos “sabían que la institución me brindaría las herramientas necesarias para desarrollarme plenamente, tanto académica como personalmente”, agregó Catano de la carrera de Equipos Electromédicos y una de las creadoras del proyecto de la Feria Técnica Ingenium 2023, BM-Chair, una silla que busca ayudar a personas que no cuentan con movilidad en las extremidades superiores e inferiores y que fue tendencia en las redes sociales.
Apasionada del dibujo, la lectura de un buen libro, ver películas, compartir tiempo en familia y ahora con la meta de convertirse en ingeniera Biomédica, para Craciely Loyola “es y siempre será mi segundo hogar”, es el lugar donde “aprendí que siempre hay que dar el magis en todas las cosas que hacemos, sin importar lo pequeño o simple que parezca algo”. Y es la institución en la que confiará para la educación de sus hijos, cuando en un futuro decida formar su propia familia, pues para ella “el enfoque integral y la calidad en la enseñanza son fundamentales para el desarrollo de nuevas generaciones”.
Algo que dice le acompañará todos los días de su vida y que quiere compartir con los amigos lectores al concluir esta entrevista: “No permitas que el miedo se apodere de tu destino, Dios tiene todo bajo control. Recuerda siempre trabajar duro y esforzarte, priorizando tu salud física y mental. No olvides disfrutar del proceso; diviértete en cada momento y paso que des. No esperes a alcanzar tu meta para ser feliz, pues la verdadera alegría se encuentra en el viaje y no tanto en el destino final”.