Por Rosa Campusano
El Instituto Politécnico Loyola (IPL) recaudó más de 120 mil tapitas, lo que se traduce en dinero para ayudar en el tratamiento de niños con cáncer como parte de la campaña “TapitasXQuimio” que en su sexta edición va dirigida a la Fundación St. Jude.
A través de las Pastoral “San Alberto Hurtado” de la Institución, estudiantes, colaboradores, padres de familia y personas cercanas se unieron a esta hermosa causa que no solo busca costear el tratamiento de quimioterapia a niños diagnosticados con cáncer, sino también se propone fomentar conciencia sobre la reducción del uso de plásticos y el reciclaje de estos, lo cual supone grandes aportes al medioambiente, cuarta Preferencia Apostólica de la Compañía de Jesús para el período 2019-2029, colaborar con el “Cuidado de la Casa Común”..
Antonio Ramírez, coordinador de pastoral del IPL, agradeció a todas las personas que se sumaron colaborando. “Esta donación no es solo de nuestros estudiantes, agradecemos a sus padres, a las personas cercanas al IPL y diferentes instituciones que nos apoyaron de una u otra forma”.
Las tapitas fueron entregadas el jueves 23 de mayo en el centro de acopio Acromax Dominicana, por ser el más cercano a la Institución, y así como este, te puedes unir a la causa llevando tus tapitas al centro más cercano a ti. Esta campaña de recolección de tapitas se mantendrá hasta el primero de noviembre del año en curso.
Fue en el año escolar 2019-2020 cuando nuestra institución se unió por primera vez a esa hermosa aventura tras la iniciativa de la docente Brigida Coplín, coordinadora del voluntariado Das Más de la Pastoral "San Alberto Hurtado", en ese entonces se recaudaron 30 mil tapitas. Tras la pandemia se detuvo la obra, pero en el año escolar 2023-2024 la estudiante Gabriela Nicole Ramírez de Jesús se acercó a la oficina de pastoral para motivar que se retomara la iniciativa, luego de que su familia participara en esta misma causa a través de la guardería de su hermano.
La campaña “TapitasXQuimio” para apoyar a niños con cáncer fue fundada por las doctoras Katherine Candelario y Lliamel Guzmán. Consiste en que las tapitas de plástico que son recolectadas son vendidas a empresas que muelen y reutilizan el material para hacer nuevos productos. El recurso obtenido a partir de la venta de las tapitas es utilizado para ayudar a cubrir el costo del tratamiento integral de los pequeños con este padecimiento. Se estima que cada tapita pesa alrededor de 2 gramos, se necesitan de 225 a 227 tapas para obtener una libra de ellas.