Por: Ana Tavárez, Enelvi Brito y María Tavárez
El plan de estudios del Tecnólogo en Procesamiento de Alimentos dentro de la oferta curricular del Instituto Especializado en Estudios Superiores Loyola (IEESL), se presenta en cumplimiento de las normas exigidas por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología a través de la Guía para el Diseño, Revisión y Rediseño de Planes de Estudios del Nivel Técnico Superior (MESCyT, 2019), pegado al Modelo Pedagógico Ignaciano como marco filosófico y al Proyecto Curricular Institucional.
La agroindustria es un segmento de la cadena de producción que se mantiene en crecimiento y resulta fundamental para romper con la estacionalidad de los productos agrícolas. Es necesario educar y preparar a la comunidad para que detecte oportunidades de negocios que favorezcan la seguridad alimentaria.
La agroindustria presenta muchas oportunidades y beneficios para los países en vías de desarrollo, en términos de industrialización, desarrollo económico, volumen de exportación, inocuidad y calidad alimentaria (FAO 2013).
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo una de cada 10 personas se ven afectadas por enfermedades transmitidas por los alimentos y 420.000 fallecen por esta causa. Los niños menores de cinco años corren un riesgo especialmente alto: unos 125.000 niños mueren por enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) cada año. La buena noticia es que la mayoría de estas enfermedades son prevenibles.
Asimismo, hay más de 200 enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos y por consumo de agua contaminada, como las causadas por bacterias (Salmonella, Shigella, Campylobacter y E. coli); parásitos (Giardia y Trichinella) y virus (Hepatitis A y Norovirus).
En el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos (DMIA) celebrado cada 7 de junio, desde el IEESL queremos unirnos al llamado mundial e inspirar acciones para ayudar a prevenir, detectar y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos, contribuyendo a la seguridad alimentaria , la salud humana, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso al mercado, el turismo y el desarrollo sostenible.
El tema de este año, "Alimentos inocuos, mejor salud", sugiere que el acceso a alimentos inocuos resulta esencial para la salud y el bienestar de las personas, los animales y el ambiente. Solo cuando los alimentos son inocuos podemos aprovechar al máximo su valor nutricional y los beneficios mentales y sociales de compartir una comida segura.
Generalmente, los consumidores no pueden determinar mediante la vista o el olfato si los alimentos son inocuos, pero los profesionales y expertos científicos han desarrollado análisis e instrumentos para detectar alimentos nocivos. Los tecnólogos, ingenieros, licenciados, especialistas agrónomos y alimentarios, bromatólogos, microbiólogos, veterinarios, médicos y toxicólogos relacionados con la alimentación, entre otros, adquirieron asesoramiento sobre qué prácticas de producción, elaboración, manipulación y preparación son necesarias para hacer que los alimentos sean inocuos.
Todos tenemos un papel que desempeñar, desde la finca hasta la mesa, para asegurarnos de que los alimentos que comemos sean seguros y no dañen nuestra salud. La alimentación segura es esencial para promover la salud y el bienestar de los consumidores y acabar con el hambre, dos de los 17 principales Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Desde el Instituto Especializado de Estudios Superiores Loyola, reiteramos nuestro compromiso de seguir formando jóvenes con aptitud de contribuir en la formulación e implementación de medidas que ayuden a prevenir, detectar y gestionar los riesgos derivados de los alimentos y su procesamiento.
¡Consumir alimentos inocuos mejora su salud!