La separación de los padres es un proceso doloroso para la pareja y también para sus hijos, por eso la psicóloga Cleidys Arias, quien labora en el Instituto Politécnico Loyola, recomendó en el programa Loyola Es Familia, manejar correctamente ese momento para no generar consecuencias irreversibles .
Arias explica que la separación
repercute en toda la familia y es difícil establecer consecuencias generales para todos los hijos, aunque se ha comprobado que factores como la edad, el temperamento o cómo se haya gestionado el fin de la relación de pareja pueden determinar los tipos de reacciones y comportamientos.
La psicóloga consideró que el mal manejo de esa situación por muchos progenitores provoca el agudizamiento de las conductas que mostró los hijos en medio del proceso. En el caso de los niños, normalmente no aceptar el hecho, protagonizar berrinches y presentar cambios bruscos en su conducta, desinterés por los estudios y distracciones frecuentes.
En los adolescentes puede afectar sus actitudes personales y de interrelación con los demás, mostrar conductas desafiantes, empeorar el autoconcepto y el rendimiento académico, o incrementar conductas de riesgo como consumo de alcohol u otras drogas, asegura la profesional.
Arias precisó que la pareja no debe incluir a sus vástagos en las dificultades que pueda generar la ruptura, y al mismo tiempo sin divorciarse de los hijos, por el contrario, estrechar más la relación con ellos procurando cumplir con las obligaciones económicas y legales.