Al respecto, la especialista reveló que conservar una buena salud mental es fundamental, y para ello, la familia desempeña un rol importante; si en el hogar priman las hostilidades, los pleitos y los aislamientos, es difícil mantener un estado sano a nivel emocional.
Montilla explicó que se trata del estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su participación laboral, intelectual y las relaciones adecuadas para alcanzar el bienestar y una buena calidad de vida, para lo cual se necesita un ambiente familiar sano y sociable.
Señaló también que la buena comunicación es clave en el proceso de interacción entre los miembros de la familia, y más cuando se convive en un mismo hogar, donde debe existir comprensión, respeto, flexibilidad y armonía en la búsqueda de soluciones a los problemas.
Como signos de alerta que revelan cuándo peligra la salud mental en el núcleo familiar, señaló el ambiente tenso con confrontaciones e irritabilidad donde predomina el distanciamiento entre sus integrantes.
Otras recomendaciones ofrecidas fueron mantenerse activos, descansar, alimentarse bien, hacer vida social, divertirse, tener pensamientos positivos, comunicarse con los demás, relajarse, ser objetivos y buscar ayuda profesional cuando se necesite apoyo.