La segunda parte del tema "Prevención del abuso sexual infantil" abordado en el programa Loyola Es Familia de la emisora Magis 98.3 FM, continuó esta semana con explicaciones sobre la diferencia entre acoso y violencia sexual. La psicóloga entrevistada, Carolyn Fernández, señaló que ambos suelen confundirse.
El acoso sexual hacia un niño o adolescente consiste en expresiones verbales seductoras y manipuladoras, caricias o contactos inadecuados dirigidos a la víctima; en cambio, la violencia sexual ocurre cuando se consuma el acto en sí o se obliga al menor a realizar prácticas intimas.
La especialista consideró que es necesaria la atención de los padres ante aquellas señales que delaten que los hijos puedan ser víctimas de acoso o abuso sexual, siendo algunas de ellas los cambios de humor constantes, hiperactividad, agresividad, pérdida de interés, baja autoestima o sensaciones de miedo.
Fernández afirmó que los acosadores o abusadores sexuales infantiles suelen ser personas cercanas a las familias de las víctimas, con una conducta aparentemente amorosa, y, contrario a lo que se piensa, no resultan odiosas ni muestran actitudes hacia el mal, sino suelen acercarse al menor para ganar su confianza y cometer el delito, por tanto, advirtió que es necesario instruir desde pequeños a los hijos para que sepan cómo actuar ante esas situaciones.
Agregó que estos son delitos con consecuencias legales y que pueden generar daños en la salud física y mental de los agredidos, alertando que en muchos casos, cuando los niños abusados se convierten en adultos tienden a repetir el mismo patrón y convertirse en abusadores sexuales.