La psicóloga del Nivel Primario del Instituto Politécnico Loyola (IPL), Ana Hilda Benítez, señaló la necesidad de ponerle atención al acoso escolar, ya que es un tema frecuente en las escuelas, donde los estudiantes, profesores y padres juegan un papel importante en su detección y prevención.
Benítez, quien participó como invitada en el programa Loyola Es Familia, que se difunde cada miércoles a la 1 de la tarde por Magis 98.3 FM, explica que el acoso escolar, también conocido como "bulling", es una forma de maltrato y burla que se comete regular entre alumnos que estudian en el mismo nivel académico y menores de edad. Detalló que cuando un adulto maltrata a un menor, se trata de un abuso y tiene consecuencias legales.
Indicó que no se puede tomar a la ligera el acoso, ya que tiene secuelas físicas y emocionales en las víctimas, como daños a su autoestima, desvalorización personal, cambios negativos en su conducta y deterioro de su salud física.
El especialista detalló que el acoso escolar se manifiesta de forma diferente en los niños y adolescentes; en los varones aparece a través de agresiones físicas y verbales por parte de sus compañeros, y en el caso de las hembras, mediante la discriminación y aislamiento que le hacen las demás compañeras.
Expresó que también existe el ciberacoso, un tipo de burla y ataques a la integridad personal que practican jóvencitos contra sus pares, usan las redes sociales como vía o instrumento para sus acciones, aunque también dentro del ciberacoso hay casos de adultos que abusan de estas redes para tratar de aprovecharse de menores e incluso "persuadirlos" para que caigan en redes pornográficas.
Benítez resaltó que no debe confundirse una situación eventual con un acoso, ya que en el caso de este último suele ser una conducta reiterada, un constante maltrato, burla o discriminacion que se profiere contra una persona, pero si se trata de un hecho aislado como una broma, un mal entendido o una travesura de un dia, no debe ligarse con lo que denominamos acoso escolar.
La especialista recomendó a los directivos y maestros en las escuelas a fomentar entre los estudiantes y todo el personal una convivencia de paz, respeto, tolerancia, comprensión y humanización, "poniéndose en el lugar del otro", también instó a que los docentes y padres estén atentos a las situaciones que sus hijos expresen y no descuiden el seguimiento de las mismas.
También subrayó que un estudiante que sea víctima de este problema no debe quedarse callado, sino compartirlo de inmediato con sus docentes y progenitores para que haya una intervención urgente y detener cualquier caso de acoso escolar.