En entrevista para el programa radial Loyola Es Familia, la encargada de Bienestar Estudiantil para los niveles Primario y Secundario del Instituto Politécnico Loyola, Eliza Lluberes, trató ampliamente el tema La Autoestima, definiéndola como esa estima o concepto que se va formando el individuo sobre su persona, y donde influye la relación que tuvo con los demás en la niñez.
Lluberes indica que la autoestima es también una evaluación que hace la persona sobre su vida y su forma de actuar. La autoestima puede ser alta, baja o equivocada, dependiendo de los procesos por los que ha pasado el ser humano a lo largo de su vida, sobre todo en su etapa de niñez, un ejemplo de ello es el trato recibido de los padres, demás familiares, amigos de la escuela, etc.
Señaló que alguien que en su infancia haya sido objeto de maltratos, ofensas y desvalorización de sus ideas, tiende cuando es adulto a presentar una baja autoestima caracterizada por la autocrítica (ser muy duro consigo mismo), negativo, se siente en poca capacidad de emprender acciones, poca confianza en él, y dar excesivo valor a las opiniones externas.
En cambio, la especialista de la conducta detalló que un individuo que desde pequeño tuvo un buen trato de quienes le rodearon, basado en el amor, respeto y valoración positiva de sus acciones, tiende cuando es adulto a gozar de más autoconfianza, es emprendedor, positivo y no le da un valor exagerado a las consideraciones de terceros.
Destacó que una baja autoestima trae consigo que se afecte nuestra vida diaria, puede generar daños en la salud física, como insomnio, problemas en la presión arterial, trastornos alimenticios, y también degrada la salud mental.
Contó que no debe confundirse la alta autoestima con la soberbia o prepotencia, ya que no es lo mismo, descrito que una persona puede ser prepotente y tener en realidad una baja autoestima, ya que solo usa "esa actitud de superioridad como una máscara para disfrazar realmente sus debilidades "; la alta autoestima es más que todo buena confianza en sí mismo.
Para mantener una autoestima sana, sin caer en la baja apreciación de su persona, recomendó tomar en cuenta lo siguiente: en caso de ser necesario recurrir a un psicólogo profesional, evitar las comparaciones, ser realista, ponerse metas alcanzables, no minimizar sus virtudes, olvidar aquellas cosas del pasado, que solo le traen sufrimiento y rodearse de personas que le valoren.
Por Alexander Vallejo