Loyola es Familia es el más reciente programa creado en la emisora Magis 98.3 FM del Instituto Politécnico Loyola (IPL).
En su primera entrega, a la 1 de la tarde del pasado miércoles 19 de mayo, el espacio se estrenó con el tema "Influencia de la familia para un buen desarrollo de los niños en el ámbito educativo". Tuvo como invitada a la psicóloga Barbara Garriga, directora de Asuntos Estudiantiles del centro educativo, y el conductor fue el periodista y locutor Alexander Vallejo. Ambos entregaron a la audiencia una interesante y amena conversación sobre el importante asunto.
AV - ¿Cuál es el papel de la familia en la formación de los hijos y la motivación para aprender?
BG - La familia es el núcleo de la sociedad, es su célula principal, como todos conocemos, y reviste un papel importante en la formación y cuidado de los hijos. Dentro del ámbito educativo juega un papel básico; erróneamente se cree que todo puede dejársele al profesor, y no es así, los padres deben acompañarlos en ese proceso de aprendizaje, apoyados en los recursos necesarios para el logro de las competencias, sin ese acompañamiento es difícil que los estudiantes puedan lograr sus objetivos.
AV - ¿Cómo afecta el desarrollo educativo de un niño el hecho de que viva en un ambiente familiar donde no reciba el debido acompañamiento?
BG - Hay un factor que es el individual, tradicionalmente se nos ha enseñado que a todos los hijos hay que tratarlos igual, pero no funciona de esa manera ya que todos no aprenden de la misma forma. Puede haber un hijo al que se le dedique una hora para ayudarlo a hacer la tarea, y hay otro que necesite dos horas, por lo que ese acompañamiento es necesario e individualizado.
AV - ¿Cómo influyen en los hijos el afán de la vida, el ajetreo, las múltiples ocupaciones que tanto afectan ese tiempo de calidad de los padres hacia ellos?
BG - Si, esa es una situación que va a generar a mediano y largo plazo consecuencias no deseadas; ante esto, lo que recomiendo es que reconozcamos nuestras limitaciones, comprendamos que no somos superhéroes y que podemos estar cansados al llegar del trabajo a la casa, pero aún así debemos tener paciencia con nuestros hijos a la hora de acompañarles y saber que ellos no tienen la culpa de nuestros afanes. Eso ayudará también al proceso de enseñanza de los maestros en la escuela.
AV - ¿Ustedes como Departamento de Asuntos Estudiantiles brindan acompañamiento a los padres?
BG - Si, claro, esa es nuestra principal función, estar ahí para acompañar los procesos educativos de los estudiantes y sus familias. Tenemos el Departamento de Psicología para el apoyo psicopedagógico y que a su vez está dividido por los niveles educativos del IPL, el Área de Convivencia Escolar para atender cualquier situación que se pueda dar en los cursos, y también está Bienestar Estudiantil para asuntos de becas y casos vulnerables, el dispensario médico que ya está abierto nuevamente, y las áreas de Artes, Cultura y Deportes.
AV - Además, de la falta de un debido acompañamiento de los padres, ¿qué otras situaciones familiares van afectando el aprendizaje de los estudiantes?
BG - Hay muchas situaciones particulares que afectan a los alumnos, por ejemplo, el miedo de algunos niños a interactuar de manera virtual con el maestro, ya que al no tenerlo cerca lo ve como alguien extraño, si no hay un padre que estimule ese acercamiento es más difícil; también está el factor de padres que al ver que sus hijos son ya grandecitos, de 14, 15 años, comienzan a delegar en estos la atención a los más pequeños, perjudicando el tiempo que el muchacho dedica a las clases.
AV - ¿Qué tanto afecta el proceso de aprendizaje de los niños y jóvenes, estar en un hogar de padres separados con conflictos entre ellos?
BG - Es muy común ver familias donde los esposos tienen descendencia y luego se separan, puede ser que sigan acompañando a sus hijos aunque no estén juntos, sin embargo, no en todos los casos es así, esto afecta mucho a los niños y a los jóvenes. Lo recomendable es que los padres mantengan a los hijos al margen de sus conflictos y traten de resolverlos. Una madre o un padre, llenos de preocupaciones y rencores, no pueden ocuparse de ser buenos progenitores, por eso los conflictos deben resolverse internamente y que los hijos solo vean que sus padres lo aman.
Por Alexander Vallejo