Emely Cruz, egresada de la carreta técnica de electrónica en comunicación del IPL y de ingeniería eléctrica del IEESL, fue nuestra invitada del programa Huella de la emisora Magis, donde habló sobre sus años de estudios y cómo lo aprendido le ha servido para la vida.
A continuación, compartimos las preguntas y respuestas de la entrevista realizada por el periodista Julio Pernús.
Julio Pernús: Como es habitual en nuestro programa Huellas, donde conversamos con los egresados de Loyola, la primera pregunta es: ¿Cuáles niveles cursaste en nuestra comunidad educativa?
Emely Cruz: Lo primero que deseo es agradecer este espacio que tanto valoro. En el Politécnico (IPL) me gradué como técnica electrónica en comunicación, y en el Instituto de Estudios Especializado Superiores Loyola (IEESL), como ingeniera eléctrica.
Julio Pernús: Y ahora llega el turno de tus asignaturas favoritas.
Emely Cruz: A mí me gustaba mucho la historia impartida por el maestro Eugenio Galán y las prácticas electrónicas, recuerdo la teoría de circuito y programación.
Julio Pernús: ¿Qué tipo de estudiante fuiste?
Emely Cruz: Me considero una estudiante aplicada, fui parte de un grupo bien variado de alumnos. Algunos eran reservados, otros muy inteligentes y siempre estaban deseosos de llamar la atención. Había de todo en el aula, sin dudas.
Julio Pernús: Hay algún nombre de maestro que te venga a la mente en estos momentos donde repasamos tu paso por nuestra institución.
Emely Cruz: Me vienen muchísimos a la mente y me entran deseos de mencionarlos a todos. Está el profesor Antonio Casillas de Electrónica, Robert Maldonado, son profesores que nos acompañaban en la Feria Técnica y esos recuerdos no se olvidan. Con el paso del tiempo he tenido mayor interacción Harryson Quevedo que fue mi tutor de la universidad y me ha seguido asesorando.
Julio Pernús: Además de las actividades docentes, Loyola se caracteriza por la formación integral, ¿en qué actividades extracurriculares llegaste a participar?
Emely Cruz: Estuve en algunas actividades de Pastoral, y aunque no me vinculé con el arte sí recuerdo con mucho cariño al profesor Amarabis Suero, quien fue un excelente maestro. Loyola siempre me ha impulsado a servir y con eso me he quedado. Aquí aprendí que parte de lo que hago debe ser con el fin de beneficiar a otros y no solamente a mí. Loyola me enseñó que es bueno crecer y superarse, ganar dinero como profesional, pero, sobre todo, poner mis dones al servicio de los demás.
Julio Pernús: Loyola crea comunidad, ¿hay alguna amistad que te venga ahora en la mente?
Emely Cruz: Algo bueno que tiene Loyola es que no te quedas solo con lo aprendido en las materias que cursamos, sino que se generan amistades para toda la vida. En mi caso tengo amistades que conocí en Loyola hace 10 años y ahora al regresar de vacaciones al país me pude relacionar con ellas nuevamente. Me refiero a Mikeisy Ruiz, Davianka Gracia que participaba mucho de Pastoral, Eunice Cuevas y Dalia Batista. El grupo de tercero aún mantenemos el contacto por Whatsapp.
Julio Pernús: Luego de salir de Loyola qué seguiste haciendo
Emely Cruz: Salí de Loyola como egresada en ingeniería eléctrica y luego, el Ministerio de Educación Superior me otorgó una beca para hacer un máster en sistemas de ingeniería eléctrica. En Sevilla terminé mi maestría y ahora curso ahí mismo un doctorado en esa área que siempre me gustó. Específicamente en la línea de integración renovable en la red eléctrica.
Julio Pernús: Ya casi cerrando esta conversación: ¿Qué significó Loyola para ti?
Emely Cruz: Loyola ha sido parte fundamental para mi desarrollo humano y profesional. Mirando hacia atrás, realmente valió la pena ser estudiante de esta comunidad educativa. Invitaría a todos los estudiantes a que lean esto, a que construyan tiempo de calidad en Loyola. Con esto digo que es importante aprovechar cada práctica como la Feria Técnica pues eso te prepara para un futuro, lo que se aprende en Loyola te ayuda para siempre a crecer. No cambiaría por nada la experiencia educativa vivida en la Institución. El esfuerzo constante te ayuda mucho a crecer profesionalmente. Es ese llamado a ser excelente en todo que va más allá de lo educativo, pues te invita a vivir, sobre todo, la excelencia humana.