Una de las teorías defendidas por algunos de los expertos en sismología indica que las probabilidades de que ocurra un terremoto a lo largo de un límite de placas o falla de empuje regional aumentan en las zonas donde existe un vacío sísmico o "gap". Los vacíos sísmicos, como su nombre lo indica, son regiones donde durante un largo período de tiempo no ocurre actividad sísmica, acumulando esfuerzos que en su momento se liberan en forma de ondas sísmicas generando terremotos.
En la imagen siguiente mostramos unos 600 temblores registrados en la región norte del territorio nacional, desde el año 2013 hasta el presente (25 de julio 2020). Se tomaron sólo eventos con un mínimo de 5 estaciones y con profundidad definida.
En círculos rojos se muestran los epicentros. El contorno en negro indica el límite de la placa Caribe con la placa Norteamericana, donde esta última penetra debajo de la Caribe. Se sombrean tres zonas en amarillo, indicando los vacíos sísmicos: Al norte de Monte Cristi, Gaspar Hernández y Samaná, respectivamente.
De ocurrir un terremoto en estos vacíos, la probabilidad de generar tsunamis se incrementa por estar sus epicentros ubicados en el Océano Atlántico en aguas poco profundas y muy cercanos a la costa. Asimismo, poblaciones asentadas sobre terrenos no rocosos con edificaciones mal construidas pudieran sufrir daños de consideración.
Nota: El hecho de que el Observatorio Sismológico Politécnico Loyola no tenga registros sísmicos en esos "vacíos" en los últimos 7 años no quiere decir que antes de ese período no haya habido actividad sísmica en esos lugares.