La vida le cambia drásticamente a una persona, niño o adulto, cuando comienza a aprender el uso de la computadora, aseguró Carlos Manuel Franco, facilitador del Centro Comunitario de Informática (CCI) que funciona en la calle "Manuel María Seijas", uno de los tres que existen en San Cristóbal. Los otros dos se ubican, uno en el área de los talleres del Instituto Politécnico Loyola (IPL), y otro en el sector de Madre Vieja Norte. Los tres centros son administrados por el IPL, mediante un acuerdo con el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).
Franco explicó que al inicio del proceso formativo algunos estudiantes muestran miedo a tocar el teclado, pero conforme se les va instruyendo, se acercan al computador y desarrollan las competencias. Narró además que varios de sus alumnos, una vez finalizado el proceso, logran insertarse al mundo del trabajo por las habilidades adquiridas, y puso de ejemplo a un joven de apellido Carreño, a quien se le ofreció un puesto en el área de Archivo de una institución estatal, pero debía realizar el trabajo con una computadora, por lo que aprovechó esta capacitación, hoy tiene el puesto de medio tiempo y asiste a la universidad.
“El programa de Excel me ha ayudado extraordinariamente, estudio ingeniería y este entrenamiento me ha puesto al día”, dijo textualmente el profesor de Educación Física Francisco Ceballos, quién aprovecha el tiempo formándose en una de las unidades.
Otra experiencia novedosa fue la narrada por Cleyvis Mota al explicar que llegó al Centro sin el menor conocimiento en este campo, luego consiguió un empleo en la Tiffany, una empresa de la zona franca donde todos los procesos son computarizados. Exhibiendo importantes conocimientos, dijo que su aprendizaje en Excel le ha permitido avanzar a tal punto, que realiza un segundo entrenamiento de manera virtual para lograr otro peldaño en su trabajo.
José Ramírez, instructor del Centro ubicado en la zona de los talleres del IPL, explicó que los cursos para niños suplen las deficiencias relacionada con la brecha digital. Los tres CCI Loyola le dan la oportunidad a niños y adolescentes de ingresar al mundo de la tecnología, acceso a nuevas informaciones, a despertar en ellos la creatividad, criterios distintos, respeto por el planeta y la solidaridad con pequeños que viven en otras realidades.
Los infantes, no importa la escuela de procedencia, pueden formarse en el mundo de las computadoras los martes y los jueves de 4 a 6 de la tarde en los tres centros.